Os presento la colcha que regalé a mi sobrino. Es muy sencilla y de colores vivos e infantiles. Mide 140 X 110 cm. Está acolchadita, para que sea cómoda en todo momento. Bonita ¿Eh?
No se a quién le hizo más ilusión, si al niño, a la madre o a servidora -cuando la vi terminada- ¡Es mi primera colcha infantil!
Pero ahí no termina la historia. Tras unas semanas y después de enseñarla a todos sus conocidos, me ha sorprendido con un encargo. Un regalo para una nueva mamá.
Vamos a cambiar los colores. No sólo por ser niña - que esta, claramente, vale para ellos y ellas-, sino por jugar con otra gama de colores y estampados. Para mi, todas las telas infantiles, tienen un encanto especial. Repetiremos con trozos grandecitos de tela. Aunque podemos combinar distintos tamaños y formas, como hacemos con los colores de los retales. Depende de cuánto queramos complicar la tarea -rectángulos, cuadrados, círculos, etc-. Incluso podemos jugar con tamaños y colores conjuntamente.
Un último factor a tener en cuenta es si le queremos dar una utilidad concreta y si queremos almohadillarla o no. Me explico, podemos variar en función de si la emplearemos como colcha, cubre-cama, tapiz decorativo, manta de juegos, etc.
Lo que si tengo ya decidido es personalizarla ¿Cómo? Pues añadiendo un doble rectángulo y cosiendo sobre él el nombre de la afortunada criatura...
¡Pero todavía no me lo han dicho!
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